Vía Emilio, Pico de la Miel.

Buenas;
Pues siguiendo con el continuará, del ultimo post, continuó...
Habiamos quedado Sergio y yo en escalar juntos el sábado, y cuando quedé con Samuel y con David, para hacer algo en el Pico de la Miel, y se lo dije, le gustó bastante la idea.
La idea, era hacer la vía Emilio al Pico de la Miel,(que al final resulto ser a causa del tiempo la DSKF xD) y aunque amaneció un día tan cerrado de niebla como el anterior, a las 11:00 tal y como habíamos quedado estábamos en el parking del hotel a los pies del Pico.

Rapel desde la segunda reunión roja.

La aproximación como viene siendo habitual(a ver si me pongo a correr :P) la hice con la lengua fuera, por otro lado normal después del palizón del día anterior, pero aunque a la rastra, llegué.

Durante la aproximación

Al llegar viendo que había vía libre en la Emilio, enseguida se lanzo David (un maquina), y yo me puse a asegurarle, mientras decidíamos el orden en el que iríamos, ya que haríamos solo una cordada.

En la R0 ;)

El largo empieza en una fisura de dedos en la que al final de ella, te quedas sin manos, y yo no me acuerdo ni de lo que hice para salir de allí ... un paso muy loco xD(nuevamente: David=maquina); luego le sigue una placa de adherencia con alguna regletilla, y después de llegar a una zona con canto llegas a una repisita donde se forma la primera reunión, la cual coincide con la segunda reunión que hicimos en la vía Ezequiel .

David acabando el primer largo

Sergio, David en la primera reunión

Samuel iniciando el primer largo

El segundo largo, comienza con unos pasos de adherencia, para llegar a una repisa por la que se sigue de frente dejando una grieta a la izquierda y otra vía equipada con químicos a la derecha. En este tramo también tengo que apretar el culo ya que además de que las regletas y cantos son pequeñisimos la exposición es inversamente proporcional a estos...

David acabando el segundo largo

Desde la segunda reunión.

En la segunda reunión, exhausto

El tercer largo en principio era el menos expuesto aunque con el mismo grado, pero debido al tiempo, decidimos rapelar desde aquella reunión en lugar de llegar a la cima.

Vista del tercer largo desde la reunión

Vista del suelo desde la reunión xD

Con las dos cuerdas de Samuel, se pudo rapelar de una vez, menos mal, ya que era la primera vez que rapelaba escalando, y aunque tube buenos profesores, que me explicaron como rapelar con la cesta y como utilizar el nudo machard para asegurar que no se te va la cuerda al rapelar.

Samuel en la base, y Sergio rapelando

David terminando de rapelar

Una vez estábamos todos abajo, solo nos quedaba decidir que haríamos el resto del día mientras volvíamos; Yo tube la mala fortuna de torcerme el tobillo izquierdo en el regreso al coche :-/, en fin, son gajes del oficio...
Aún así, tube fuerzas xD, para ir al Vellón, que nos pillaba de paso, para comprobar su aspecto con niebla, y que Sergio se peleara con un par de vías, pero eso ya es cosa de otro post ;), de momento me quedo con el bocata de lomo y las 'patatas bravas' que nos comimos en el hotel de la Cabrera al que solemos ir a llenar el estomago después de los esfuerzos :)

Vía "Ignatius" al Yelmo.

Mañana de trasluz en la Pedriza

El jueves cuando lo daba ya todo por perdido, ya que no tenia compañero para salir al campo, sonó el móvil y me llevé una estupenda sorpresa al oír como Pilar me comentaba, que Samuel y David planeaban ir al Yelmo a recorrer una de sus vías clásicas, y que si me apetecía que estarían en Cantocochino a las 10:00.

Niebla 'mágica' cerca de Cantocochino.

Al salir de casa, casi me da algo al ver lo cerrado de la niebla, pero según voy acercándome a Manzanares y subiendo de altitud, empiezan a verse claros y la preocupación se va convirtiendo en admiración por los paisajes que brinda la niebla y su luz.
A las 10 en punto entraba al parking de Cantocochino y localizaba el coche de Samuel que ya estaba esperando solo(David no pudo venir), para salir pitando rumbo a el Yelmo con la intención de subir a la cima por la vía "Ignatius".

Vía Ignatius.

La aproximación MUY DURA, desde los primeros 10 minutos, ya iba con la lengua fuera, menos mal que entre las paradas estrategicas de reconocimiento de terreno ;) y alguna llamada al móvil que otra, además de las estupendas vistas que nos ofrecía la niebla, llegamos al Yelmo en poco mas de hora y media.

Samuel durante la aproximación.

Diferentes vistas de la Pedriza durante la aproximación:

Mirando al sur:

Mirando al Este:

Mirando al Yelmo :)

Una vez llegamos al Yelmo, en pocos minutos ya habíamos localizado el pie de vía de la "Ignatius", y en seguida empezamos a preparar los bártulos mientras esperábamos que otra cordada que se encontraba en la vía se alejara lo suficiente.

Samuel a pie de vía.

El primer largo al igual que el resto, son de pura fe, en el inventor de la goma de las suelas de los gatos, mola, pero que miedo se pasa xD. Tengo que confesar que me ayude pisando la primera chapa, pero no se lo contéis a nadie ;)

Desde la reu del primer largo

El segundo largo aunque mas complicado se me hace mas fácil, me dan bastante seguridad las suelas Vibram que le pusieron hace un par de semanas a mis gatos.

Mirando el segundo largo desde la reu

Samuel encadenando el segundo largo

Al llegar a la segunda reunión y viendo la belleza de paisaje que teníamos a nuestras espaldas, no hubo mas remedio que inmortalizar el momento :P

Samuel en la segunda reunión

Yo :P

Que vistas!!!

El tercer largo, es el mas fácil, con algunos pasos algo complicados al principio pero muy agradable de escalar. No tiene reunión, así que hay que hacerla con una cinta a un puente de roca.

Vista del tercer y ultimo largo

Desde la tercera reunión, todo lo recorrido

Después del tercer largo, dudamos entre bajar por el des trepe cercano a donde estábamos o subir a la cima para hacer la foto de rigor en el punto geodésico y bajar por el des trepe de la parte norte; enseguida nos decidimos por la segunda opción.

En la cima del Yelmo :)

La bajada a Cantocochino fue algo accidentada, ya que nos desviamos antes de tiempo a la derecha de nuestro camino y tuvimos que abrirnos camino por la ladera de la izquierda de peña Sirio según se mira desde Cantocochino, demorando bastante nuestra llegada al parking y nuestro ansiado y merecido almuerzo-merienda xD
Cansado, dolorido... y sin imaginarme lo que vendría el Sábado...(continuara)

Via Ezequiel. Pico de la Miel

Buenas;
Ayer mi hermano Sergio y yo tuvimos nuestro bautizo en la escalada clásica, y no podía faltar una entrada en mi blog con este acontecimiento tan especial en la vida de un aficionado a la escalada.
Fuimos de la mano de Samuel y Pilar, enamorados del deporte de montaña y de la escalada clásica en particular; desde aquí, GRACIAS, nos habéis hecho pasar un día sensacional y sobre todo cálido, a pesar de las bajas temperaturas y la lluvia que nos acompañó.
El lugar escogido para la toma de contacto, fue el Pico de la Miel y de sus vías clásicas, la Ezequiel.
Llegamos sobre las 11:00 al hotel del cruce de la carretera del Berrueco, donde Samuel y Pilar ya nos esperaban para empezar con la 'locura' ;-)

Vista desde la aproximación.

La aproximación al pie de vía, aunque fue un poco axfisiante dadas las temperaturas que teníamos en la Cabrera el Sábado, se aguantó sin mayor problema, y pronto estábamos al pie de la vía Ezequiel.

Detalle de la Ezequiel.

Cuando llegamos a la vertical de la pared a escalar, la verdad que mirar hacia arriba da algo de ansiedad, pero viendo que no somos los únicos 'locos' a los que nos da por encaramarnos a las paredes que vemos, la ansiedad se transforma en impaciencia por empezar a 'sufrir' :-)

Vista desde el pie de vía.

La ruta se compone de cuatro largos, que nosotros hicimos en cinco por decisión de Samuel que fue quien escaló de primero durante todos los largos. Las reuniones están equipadas con parabolts y argollas exceptuando la ultima que se hizo en un puente de roca. Tuvieron que utilizar friends y camalots, además de varios aros de cinta, como no conozco ni la cantidad de 'cacharros' ni sus denominaciones (at the moment) no profundizo mas en ello, pero evidentemente había que protegerse, y se hizo perfectamente :)

Enseguida Samuel encaro el primer largo, que comienza en un diedro para después seguir por una travesía hasta la primera reunión.

Samuel en la travesía.

Samuel en la primera reunión y mi hermano en el diedro.

Yo, en la reunión :-P

El segundo largo comienza en una 'escalera' de cantos blancos que resaltan del resto de la pared y después sigue por una travesía hacia la derecha para llegar a la segunda reunión, antes de la chimenea (tercer largo).

Samuel empezando el segundo largo.

Pilar terminando el segundo largo.

El tercer largo empieza en una pequeña placa por la que se llega a una repisa de la que parte la chimenea característica de éste.

La entrada de el tercer largo, con la chimenea y otra cordada en una reunión de el Espolón Manolín.

A la entrada de la chimenea, tuve mi primer percance en escalada que se saldó sin mayores contratiempos, me resbalé con la humedad de la chimenea y me rozé un poco los tobillos, además de un golpe en el casco; que quizá si no hubiese estado ahí la cosa hubiera podido ser más seria, HAY QUE USAR EL CASCO.

Mi hermano entrando en la chimenea.

El cuarto largo es el más expuesto, ya que los pasos son más aéreos y da más sensación de vértigo y exposición, pero tiene buenos cantos y se disfruta.

Samuel empezando el cuarto largo.

Este largo acaba en una repisa en una zona llamada bosque de encinas, no se por que ya que el bosque se resume en una sola encina, igual es un nombre sarcástico... :-D.

Pilar acabando el cuarto largo.

Sergio y yo en la cuarta reunión.

El ultimo largo es una fisura ancha en la que sobre la mitad hay un bloque grande que se mueve, se acaba en una gran repisa con bloques en la que se montó una reunión haciendo un puente de roca.

Mi hermano en la mitad del ultimo largo.

Después una trepada corta y ya estamos en el punto geodésico :). Lástima que empezara a llover según llegamos y nos tuviéramos que ir sin disfrutar de las vistas que ofrece este punto, pero aún así mereció la pena estar allí.

Los cuatro en la cima :-)

La bajada la hicimos por la izquierda del macizo, con algún que otro resbalón y en poco más de 25 minutos estábamos en el coche recogiendo el material y pensando en llenar el estómago, que ya hacia un poco de hambre.

En resumidas cuentas, un día fantástico con una compañía extraordinaria y con muchas ganas de volver.